6 motivos para visitar la Sagrada Familia en Barcelona
Decía Gaudí que “la belleza es el resplandor de la verdad”. Y si de algo presume la Sagrada Familia de Barcelona es de grandes dosis de autenticidad y belleza. Una belleza que encandila a cada uno de sus visitantes, y que lo han convertido en el monumento más visitado de toda España.
Aunque su exterior es imponente e impresionante, su interior maravilla de igual manera. Por eso, la visita guiada a la Sagrada Familia es más que obligada para cualquier persona que visite Barcelona. Si todavía tienes dudas sobre si desentrañar o no los secretos de la obra cumbre de Gaudí, sigue leyendo y te las despejamos todas.
Es el monumento más visitado en España
Sí, ya lo hemos adelantado antes: la Sagrada Familia es, año tras año, el monumento más visitado en España. Y no es casual que cada año el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia reciba a millones de visitantes, siendo la iglesia más visitada de Europa tras la basílica de San Pedro del Vaticano.
La Sagrada Familia es la gran obra maestra del arquitecto Antonio Gaudí, y el mejor reflejo de su plenitud artística. El gran símbolo de la ciudad de Barcelona y del modernismo catalán que no puedes perderte durante tu estancia en Barcelona.
Es una obra aún en construcción
La idea de construir un templo dedicado a la Sagrada Familia surgió en torno al año 1866, fecha en la que el librero Josep Maria Bocabella fundó la Asociación Espiritual de Devotos de San José con el objetivo de recaudar fondos para la causa.
Aun así, la primera piedra de la Sagrada Familia se puso en el año 1882, bajo la batuta del arquitecto Francisco de Paula del Villar y Lozano. Un año después, Villar renunciaría al proyecto, que pasaría a manos del joven Gaudí, que por aquel entonces contaba sólo con 31 años. A él dedicaría los siguientes 43 años de su vida.
Durante todos los años en los que Gaudí trabajó en el proyecto de la Sagrada Familia, desarrolló e ideó numerosas maquetas y documentos, siendo consciente de que se trataría de una obra que culminaría en generaciones posteriores.
Así, Antonio Gaudí realizó varias maquetas de la Sagrada Familia fabricadas en yeso y a escala, que representaban sus partes más significativas. Ello ha permitido a los diversos arquitectos que han retomado el proyecto, seguir trabajando en él hasta hoy en día. Su culminación está prevista para el año 2026.
Hay que destacar que la obra completa del templo, contempla tres fachadas; la del Nacimiento la cual puedo acabara en casi su totalidad el propio Gaudí; la de la Pasión, cuya ejecución en la iconografía escultural es de manos de Josep María Subirachs a quien le corresponde el gran avance de la obra durante los años 80; y la fachada de la Gloria que aun no se ha iniciado y que dará el inicio a una gran avenida que se piensa llegará hasta el mar mediterráneo.
Por su arquitectura sin igual
Gaudí amaba y admiraba la Naturaleza, y en ella buscó la fuente de inspiración para toda su obra. Según Gaudí, “el arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza, porque es la forma más racional, duradera y económica de todos los métodos”.
Quizás sea esa búsqueda de belleza e imitación de lo sublime de la naturaleza, lo produce esa especial atracción hacia la obra maestra de Gaudí. Un espectáculo de formas geométricas y curvas imposibles que conforman un espectáculo visual sin parangón.
Fue la obsesión de un genio
Antonio Gaudí, uno de los arquitectos españoles con más prestigio y reconocimiento internacional, dedicó la mayor parte de su vida a diseñar el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. La Sagrada Familia fue sin duda el proyecto en el que más se volcó y en el que consiguió conjugar de forma maestra todos los elementos que caracterizan su obra.
Se dice que Gaudí poseía un sentido innato de la geometría y el volumen, además de una imaginación sin igual. Pocas veces realizaba planos detallados de sus obras. En la mayoría de ocasiones, tal y como ocurrió con la Sagrada Familia, trabajaba sobre maquetas tridimensionales, modelando los detalles según los iba ideando.
De la construcción y el diseño de la Sagrada Familia, se dice que Gaudí estaba tan inmerso en la obra, que sólo pensaba en el templo que estaba construyendo, hasta el punto de descuidar el resto de aspectos de su vida.
Por sus espectaculares vidrieras
Seguro que una de las cosas que más te llamará en tu visita a la Sagrada Familia son sus coloridas vidrieras. Gaudí decía que “el sol es el mejor pintor”. Y así, el sol baña y pinta el espacio del templo, creando una atmósfera rica y diversa.
No obstante, el propio Gaudí dejó pocas indicaciones en lo que respecta a las vidrieras de la Sagrada Familia, quizás por formar parte del desarrollo final de la obra. Pero sí inició una investigación acerca de las vidrieras que ha sido la base de su desarrollo posterior.
Joan Vila-Grau, el diseñador de las vidrieras del Templo, ha declarado que cada vidriera es diferente y una obra singular, aunque todas juntas forman una obra de mayor envergadura. Unas vidrieras que, tal y como desearía Gaudí, logran romper con el equilibrio lumínico de las catedrales góticas.
Para conocer el desarrollo y construcción de un templo
Una de los grandes atractivos de la Sagrada Familia, y uno de los motivos por los que te animamos a visitarla, es el llamado Museo de la Sagrada Familia, que se encuentra en su interior. El museo se inauguró en 1961 en el semisótano de la fachada de la Pasión, con la intención inicial de agrupar todo el trabajo de Gaudí para poder continuar con su obra.
Este núcleo primitivo, junto con las posteriores ampliaciones y reformas, forma parte del museo actual que centra la exposición en los trabajos de construcción del templo. Así, recorriendo este museo –que diversas reproducciones de maquetas e investigaciones de Gaudí- podrás conocer de forma única el proceso de construcción del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, símbolo de la ciudad de Barcelona.