Aunque el Templo de la Sagrada Familia es conocido como la gran obra maestra de Antonio Gaudí, lo cierto es que su construcción ha estado dirigida por un total de 9 arquitectos diferentes.

En un principio, la obra fue encomendada al arquitecto Francisco de Paula del Villar, maestro y amigo de Gaudí, quien abandonó el proyecto por desavenencias con su ideólogo y financiador, el librero Josep María Bocabella. El propio Gaudí estuvo presente cuando se puso la primera piedra del Templo.

Un año después, la obra pasó a manos de Gaudí, quien reformuló por completo la idea de Villar y, consciente de que sería un trabajo que duraría varias generaciones, intentó definir el proyecto lo máximo posible. Durante la vida de Gaudí sólo se completaron la cripta, el ábside y, parcialmente, la fachada del Nacimiento, de la que Gaudí solo pude ver la torre de San Bernabé.

A partir de ahí, la obra ha sido dirigida por diferentes arquitectos y discípulos de Gaudí, quienes han tomado sus investigaciones, maquetas y planos como base para continuar con su construcción. No obstante, a día de hoy existen algunas diferencias con respecto al proyecto original de Gaudí. Por ejemplo, Gaudí planteó una fachada policromada llena de color en una de sus maquetas, diferente de la actual.

Uno de los sucesos que más conmocionó a la ciudad de Barcelona fue la muerte la accidentada de Gaudí, el artífice de la Sagrada Familia. El 10 de junio de 1926, a los 73 años de edad, fallecía el aclamado arquitecto debido a un fatal accidente.

Gaudí fue arrollado por un tranvía 3 días antes de su muerte, en la calle Cortes de Barcelona, cuando se dirigía a la iglesia de San Felipe Neri a confesarse. Ni el conductor ni los transeúntes que presenciaron el atropello corrieron inmediatamente a su auxilio, pues lo confundieron un mendigo. Solo fue reconocido por el capellán de la Sagrada Familia un día después del accidente.

Unas 5.000 personas se congregaron en la explanada de la Sagrada Familia durante su entierro, que fue, a petición de Gaudí, sencillo y sin florituras. Su ataúd fue transportado en una carroza tirada por dos caballos, que lo llevarían de vuelta a su amado Templo, seguido de un numeroso cortejo.

Cuando el cuerpo de Gaudí entró por última vez en la Sagrada Familia, sonaron sus campanas en una triste despedida. En honor al maestro, la finalización del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia está prevista para el centenario de la muerte de Gaudí, en el año 2026.

Durante su vida, el arquitecto Antonio Gaudí experimentó con diversas formas y estructuras que sirvieran a la construcción del Templo de la Sagrada Familia. Gaudí, que poseía un prodigioso sentido de la geometría y el volumen, trabajaba realizando modelos de yeso a escala, sobre los que iba trabajando a medida que le surgían las ideas.

Hoy en día, los arquitectos siguen trabajando con estas mismas bases y métodos, pero con la tecnología de la impresión 3D. Gracias a esta nueva tecnología se ha podido automatizar y acelerar mucho el proceso. Aunque siempre son necesarios realizar ajustes, llevados a cabo por profesionales del modelaje.

La Guerra Civil Española dejó también su impronta en la Sagrada Familia de Barcelona. Entre los años 1936 y 1939, se produjo un incendio que afectó a la cripta y a las Escuelas provisionales de la Sagrada Familia, destruyéndose también el taller de Antonio Gaudí.

Debido a este incendio, se perdieron los planos, dibujos y fotografías originales del proyecto de Gaudí, así como una parte de las maquetas de yeso a escala que realizó el arquitecto. Estos hechos dificultaron mucho la labor de los posteriores arquitectos que tuvieron que retomar las obras del Templo.

No obstante, y a pesar del incendio y algunas polémicas surgidas en torno a la continuación de su construcción, las obras de la Sagrada Familia nunca se han parado. Gracias al trabajo de investigadores y profesionales se están continuando con las obras, según afirman sus directores, respetando la idea original de Gaudí.

Dentro del propio recinto del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, se encuentran las Escuelas de la Sagrada Familia. Se trata de un pequeño edificio construido por Gaudí en el año 1909, que servía de escuela para los hijos de los obreros que trabajaban en la construcción del Templo.

La obra, perteneciente a los últimos años de carrera de Gaudí, se realizó por encargo de la Asociación de Devotos de San José, presidida por el fundador de la Sagrada Familia. La escuela también atendió a otros niños del barrio, especialmente los de clases sociales más humildes.

En el año 2002, el edificio, que ha sido fuente de inspiración de aclamados arquitectos como Le Corbusier o Calatrava, se trasladó al exterior del Templo. Desde entonces es sede de la exposición El Taller de Gaudí, dedicada al estudio de los procesos constructivos de Antonio Gaudí.

La Sagrada Familia es conocida popularmente entre las gentes de Barcelona como la “catedral de los pobres”. Su denominación de “Templo Expiatorio” se debe precisamente al hecho de que es una catedral financiada por capital exclusivamente privado, procedente de las donaciones de devotos y simpatizantes.

Debido a esta forma de financiación, hubo momentos en que, debido a la falta de fondos, la construcción del templo se vio en peligro. Se cuenta que el propio Gaudí estuvo involucrado en ocasiones en las labores de recaudación de fondos.

A día de hoy, la Sagrada Familia también se sigue financiando exclusivamente a través de donaciones privadas y el dinero obtenido a través del precio de las entradas al recinto.

A pesar de las críticas y debates que han surgido en torno a la continuación de las obras de la Sagrada Familia, Antonio Gaudí siempre quiso que la construcción del Templo se acabara. Y también fue consciente en todo momento de que sería una obra que sus ojos no verían concluir.

Tanto es así, que Antonio Gaudí estableció en su testamento que, a su muerte, el chalet donde residía se vendiera. De este modo, quería que el importe íntegro del mismo fuera destinado a la continuación de las obras de la Sagrada Familia.

Según los cálculos previstos por sus arquitectos, la Sagrada Familia estará concluida en el año 2026, y será la iglesia más alta del mundo. Contará con un total de 18 torres (en la actualidad sólo podemos ver 8), que estarán finalizadas antes, en el año 2022.

La más alta de las torres será la Torre de Jesús, coronada por una cruz de cuatro brazos, que contará con 172.5 metros de altura. Ella la convertirá en la Iglesia más alta del mundo, esperándose que sea también el edificio más alto de la ciudad de Barcelona.